martes, 16 de octubre de 2012

JAIME I EL CONQUISTADOR...¿UNA HISTORIA, UNA LEYENDA.....UNA VERDAD...?


TITULO 1º CONOZCAN VUESAS MERCEDES A LOS PERSONAJES
Damas y caballeros.henos aquí reunidos en asamblea,para evocar hechos que,entre historia y leyenda, la vorágine del tiempo, el caer constante y monótono de la arena del reloj de Cronos, ha sumergido en la más profunda de las simas del espíritu del hombre:el Olvido.Esta que vamos a rememorar, quiene fuimos testigos de excepción de aquel atardecer,es la crónica de uno de los más esforzados y aguerridos batalladores de la cristiandad, a quién todos conocemos por Jaime I el Conquistador. Me ha correspondido a mí, abrir este prólogo en el que nos recrearemos en las circunstancias que rodearon el nacimiento de nuestro rey, un milagro evidentemente de Dios y por obra suya. Pero sin más preámbulo, vamos ya con el relato. El rey Conquistador,modelo de épica caballeresca,campeó en aquella época de almenas y palenques,cabalgadas ,flor de lis,lides y torneos,. Cuando el trovador, pedigüeño histrión con bandolín, nómada por castillos, iba saturando el aire con sus trovas:” Mala cuita señores, haber mingua de pan “,la salmodia relojera y lisa del coplero mendigo. Y es uno de esos trovadores quien os invita a que volvais vuestros ojos de la ilusión al pasado que fue mitad quimera, mitad realidad. Volvedlos hasta que os topeis con aquel atardecer del florido mes de mayo del año mil doscientos siete.Sí, allí,en aquel pedazo de historia, hallareis, en la campiña francesa de Montpellier, entre peñas pardas y prados verdes, a Miraval. Que no os detenga su rústica, su alba y primitiva belleza. Dejad atrás su barbacana, acercaos, con mi evocación, a sus murallas e introducíos en el palacio donde se inicia mi relato. Ved ahí, rodeados por sus damas,caballeros y feudos a Don Pedro II de Aragón y a su esposa la Reina Doña María de Montpellier. Los que más tarde, con engaño y casí de milagro, habrían de ser los progenitores de Don Jaime I de Aragón……..pero esa historía de intrigas palaciegas, la contaremos mañana.
AQUI COMIENZA EL VODEVIL
Se dice, se comenta que Pedro II se casó con María de Montpellier, por el botín, por la dote, por los cuantiosos beneficios que tenía María en sus propiedades y territorios. Pero pronto las desavenencias aparecieron en la pareja . No yacían , no dormían juntos, no convivían y esto preocupaba mucho a la nobleza  pués no llegaba el heredero, de hecho, en esa situación   no podría nunca llegar. Nos encontramos , de hecho, en una de esas historias curiosas del S XIII .Nos encontramos en el año 1207, Pedro II tiene muchas amantes y con ellas encuentra el placer, por supuesto, no hace ni caso a su esposa, María de Montpellier. Los nobles urden un plan, urden una trama, necesitamos un heredero, debemos conseguir la complicidad de la propia  Iglesia, de toda la Corte, de todo aquel que desee que Aragón , el reino de Aragón, sea una realidad, vamos a preparar una treta, un ardid y a fe que lo consiguieron. En medio de la noche, en medio de la oscuridad, un hombre de confianza de el rey Don Pedro , le comenta que ya lo tiene todo preparado para que pueda yacer con su amante favorita. Pedro II , confiado, sigue a este vasallo, al fondo, se encuentra una alcoba, una habitación preparada para que la mentira siga fructificando, para que siga complaciendo sus deseos con diversas amantes, pero esta era muy especial, le habían preparado algo muy especial, era Lavinia, la dama de corte favorita del Rey. El vasallo, el buen vasallo, dirige al rey hacia la habitación, la habitación está a oscuras, sólo se puede distinguir la cama, y sobre ella, un bulto. Pedro II, se despoja de sus vestimentas, entra en la cama y disfruta, disfruta toda la noche, sin parar, cuenta la crónica. Disfruta toda la noche, con aquel cuerpo, con aquella amante. No le fue mal, estuvieron disfrutando durante muchas horas.

Cual fue la sorpresa para Pedro de Aragón, cuando despuntaba el alba, al amanecer, una especie de procesión casi espectral penetra en la alcoba, allí entran los sacerdotes, los canónigos, los nobles,  las doncellas, todo el mundo, prácticamente 60 o 70 personas irrumpieron en la habitación, portaban velas, enormes cirios que iluminaban la estancia. El Rey Pedro II, observaba estupefacto aquella visión, si no fuera por lo que es, parecería la Santa Compaña que venía a llevarse su alma, pero no, eran sus gentes, sus gentes de confianza. El susto pasó a grado mayor cuando descubrió que a su lado no estaba Lavinia, la amante que él esperaba, sino su esposa, su odiada esposa, aquella a la que no podía ni ver.Los curas, los clérigos, le pidieron perdon, imploraron que perdonaran esa mentira, ese engaño, pero Aragón necesitaba un heredero y no podían buscar otra fórmula que no fuera esa, porque sabían que Pedro II, odiaba a María de Montpellier. María estaba callada, con la mirada ausente, pensando si había tenido suerte a la hora de concebir un heredero. Pedro II, no se mostró iracundo, no se enfadó, al parecer le había gustado la sesión nocturna. Perdonó, la mentira, el desaire , el engaño. Se limitó a decir que, lo que habían hecho estaba bien, pero que no volvieran a hacerlo..
 Después de esto, sin pronunciar palabra, salió del castillo, entendemos que se vistió primero, montó en su caballo y desapareció. Fue la primera y la última vez que durmió junto a María de Montpellier. La suerte acudió a Aragón y María de Montpellier quedó embarazada esa noche. El embarazo parecía que iba de maravilla, lo que hizo pensar a la Reina en el nombre para su futuro hijo. Esto dió paso a una practica muy curiosa que utilizó la Reina. Tomo 12 velas, doce grandes velas y a cada una de ellas le puso el nombre de un apóstol de Jesús, elevó un rezo a los cielos comprometiéndose a que , una vez encendidas, la vela que más tardase en consumirse daría el nombre a su futuro hijo, su heredero. Fueron apagándose ante su mirada, una tras otra, hasta que la última que quedó, llevaba el nombre de Santiago, Jacobo, Jaime y este fue el nombre de Jaime, su hijo, el heredero de Aragón, así fue bautizado Jaime, el que luego sería Jaime I el Conquistador. El que en 1238 entró en Valencia, rompiendo ley básica en las guerras de medioevo, la conquista a sangre y fuego y por el premio del botín, pero eso, eso os lo contaremos mañana.

JAIME I Y LA CONQUISTA DE VALENCIA

La vida de Don Jaime siguió desarrollándose bajo distintas tutelas, Don Simon de Monfort, la Orden Templaria en Monzón, de forma y manera que , en ningún momento la vida del niño y joven Jaime, fue un paseo tranquilo. Al llegar a la juventud  coronarse como soberano de Aragón, tampoco significó un cambio considerable en cuanto a su estatus de realeza y respecto de sus nobles. En esta época del Medievo, debemos considerar que un Rey , sencillamente, era un noble con unas características un poco más especiales, no teniendo , ni mucho menos la universalidad y majestuosidad, en cuanto a liderazgo que, precisamente, a partir de la conquista de Valencia empezó a incorporarse a la realeza. Por esa razón, siguieron los sangrientos enfrentamientos entre los señores feudales y el constante acoso al joven Rey, que junto a su espòsa, en ese periodo, Doña Leonor, sufrieron el secuestro en Zaragoza a manos de su tío Don Fernando, Abad de Montearagón y de algunos nobles más. Don Jaime, lo tuvo claro, la única forma de someter a estos nobles levantiscos, era añadir a su figura real, la de conseguir ser, un caudillo para ellos, pero para conseguirlo necesitaba una misión, una misión que contemplara la parte primordial en las batallas y escaramuzas en aquella época, la consecución de riquezas y bienes para los señores feudales, así como la conquista de territorios cuyos pobladores pagaran tributos y diezmos a los conquistadores. La decisión estaba tomada, y así lo declaró ante todos los estamentos de su reino, declaraba que, en nombre de Cristo, todos habían de saber que él ,Jaime,por la gracia de Dios, Rey de Aragón, Conde de Barcelona y señor de Montpellier, tomaba la cruz para expugnar a las bárbaras naciones sarracenas. Había llegado la hora del Conquistador.
Dentro del matrimonio con Doña Leonor, incluso después de tener a su heredero Don Alfonso, las cosas no funcionaban bien , la convivencia se había roto.. Se dictó ,por parte de los prelados sentencia de divorcio.
Las guerras y conquistas, a sangre y fuego, por el premio del botín, seguían sin interrupción, la campaña de Mallorca fue extermadamente cruenta, pero muy rentable para los nobles, clerigos y  soberano, pero la presión sobre un territorio por parte de los nobles y los prelados era fuerte hacia otro  objetivo, Valencia..
En Alcañiz, se tomó la decisión, Los nobles cristianos irrumpieron en tierras moras tomando Morella y Ares. Don Jaime, con un nutrido ejército partió de Teruel, con luchas , escaramuzas, pequeñas batallas, con pactos y sumisiones, vasallajes y tributos, fueron cayendo poblaciones, Bejís, Burriana, importante objetivo, fue la siguiente a la que como fichas de dominó siguieron Onda, Nules, Vall d´Uxó, Almenara Peñiscola, Alcala de Xisvert , Castellón y todas aquellas poblaciones que las entornaban. Al grito de “San Yago y Dios” de los caballeros y de “desperta ferro” de los almogávares fueron derrotando y avasallando las tropas sarracenas que a su paso le salían.. Fue en Burriana, donde Jaime I el día 23 de Junio de 1235 tomó la decisión de conquistar Valencia, desde el sur, desde Cullera. Nadie lo entendió.  
El fracaso del asedio a Cullera fue total. Valencia esperaba y no había tiempo, Abenzayan , rey usurpador del trono de Valencia a Abu-Zeit, había firmado un tratado de vasallaje con el rey castellano. El Jaime I dio las órdenes, había que seguir conquistando poblaciones por el norte Don Guillem de Entenza tenía que conquistar, Jerica y Torres-torres , llegando al llano de Sagunto desde donde sitiará el Puig , para más tarde tomarlo.
Entre tanto, el rey, por razones de estado, tuvo que hacer un alto en la campaña, debía tomar por segunda esposa a Doña Violante de Hungria. Compromiso más por interés financiero y político que nupcial. Doña Violante , aporta al matrimonio, fundamentalmente, oro y plata en monedas , así como joyas, siendo lo aportado por Don Jaime territorios, actuales, conquistados y por conquistar, entre ellos Valencia. La boda se celebro en Barcelona el 7 de Septiembre de 1235.

La Conquista de Valencia seguía su curso Don Guillem de Entenza, llegó al Puig, Abenzayan, sintiéndose débil , destruyó el castillo y lo abandonó encerrándose en la ciudad. Más tarde, viendo su error, intentó reconquistarlo con 600 guerreros, haciendo retroceder a las tropas cristianas, hasta que polvo , movido por asnos y rocines, hicieron creer a los sarracenos que llegaba ayuda cristiana para reforzar al débil ejército defensor del Puig, saliendo huyendo de nuevo hacia la ciudad. Don Guillem de Aguiló, urdio la trama, y , esta dio resultado.
Valencia estaba a mano, Don Jaime, al frente de los suyos llegó hasta el Grao de Valencia, a una milla de la Ciudad y desde allí ocupó Ruzafa y montó su campamento, asentó sus reales.
Ante el Rey, dos caminos se le abrían en cuanto a Valencia. Entrar a sangre y fuego, arrasándolo todo, como en Mallorca, opinión de la mayoría de sus nobles , o bien esperar contestación con el izado de su pendón en la Torre de Ali-Bufat, que significaría que Valencia , se rinde, esta opinión apoyada por Na Violant, deseosa que, al no poder sus hijos reinar en Aragón, lo pudieran hacer en Valencia y no quería para ellos un solar arrasado.

Valencia esta sitiada., desde el Grao al cuartel de Benimaclet están los ballesteros de Jaca y un escuadrón de caballería templaria. En el cuartel de Campanar, el Gran Maestre de la Orden de Hospitalarios con sus caballeros, entre el río y la ciudad se han asentado las milicias de Barcelona, en el cuartel de Patraix, el Comendador de la Orden Militar de San Jordi de Alfama con su caballería. Las milicias de Tortosa, aguardan a espaldas del Campamento real, entre el Mar y Castelló de la Albufera. Caballeros franceses, alemanes y hungaros a la llamada de Cruzada por la bula papal, habíanse unidos a sus tropas, estos , también por el saqueo y el botín.. La presión era insoportable, aceptar los deseos de Doña Violante, que en el fondo él compartía y esperar la capitulación, o, como le exigían sus nobles y sus compromisos adquiridos entrar en Valencia espada y antorcha en mano.
La respuesta llegó, la contestación de Zayyan fue, que si mantenía el rey su pacto, que encendiera antorchas en el Campamento real y de forma inmedita, se izaría el pendón de la Cristiandad en la Torre de Ali-Buffat.
Así ocurrió. Valencia, como cuando la última conquista sarracena en 1102, fue tomada sin batalla, sin sangre. El Rey Jaime I, tomó una ciudad, un reino donde el Moro era valenciano y el cristiano extranjero.
 

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