domingo, 20 de julio de 2014

LAS PANTALLAS DE NUESTRA VIDA

Es curioso, estareis de acuerdo conmigo que, a excepción del agujero que cuando más se le quita, más grande se hace, que el que un elemento que nos une, sirva para aislarnos..., tiene pelendengues. Eso pasa con algo muy cotidiano en la actualidad, las pantallas.
Los que tenemos ya una edad, recordamos lo excepcional que era el acceso a una pantalla, sólo , cuando íbamos al cine. Ese ritual pasaba por una serie de pequeños actos que convertía esa asistencia, en extraordinaria. Una de esas características era el contacto con los demás. Cines impresionantemente grandres de aforo, era como una plaza pública en la que nos comunicabamos unos con los otros.Y, más convivencia por lo informal, las terrazas de verano, donde el contacto, la diversión conjunta era un hecho más que palpable Más tarde empezaron a entrar los televisores en ciertas casas, no en todas y eso traía, lo recordareis, el que los vecinos , amigos y gente allegada se reunieran ante el televisor del agraciado en aquellos programas más popularesy que practicamente era a diario. Contacto, convivencia y todo los más contrario al aislamiento. La pantalla, nos unía y cómo. Una pantalla , la de un televisor, era la razón de aquellos teleclubs parroquiales que tantos grupos de personas hizo emerger.

Pero claro, las pantallas fueron aplicándose a más elementos y con ellos, empezó cierta forma de aislamiento...los juegos unipersonales. Estos juegos eran el jugador, su juego electrónico y parte fundamental del mismo, la pantalla. Yo me pongo ante ella y me importa un verdadero rábano el resto de la gente. En cuanto al  televisión hizo furor, la televisión individual, la de pocas pulgadas, se veía la televisión cada uno en su cuarto. Incluso aquellas pequeñas, unipersonales. Veíamos las cosas, pero aislados.

Pero entramos en la época de la comunicación, todos comunicados con todos. Quien así lo leyera pensaría, las relaciones humanas toman un nuevo camino, y así era, lo que nadie podía preveer era que para comunicarte, deberías aislarte.
Ordenadores, tablets, artilugios móviles, sistemas de comunicación de redes. Nos debemos aislar de nuestro entorno del momento, porque nos surge un afán irresistible de comunicarnos con los que no están con nosotros en ese momento. En todos estos casos, siempre, una pantalla por medio. Hoy vemos, en cualquier momento, situación, compañía o lugar, a gente que aún con una proximidad fisica, aún habiendo exteriorizado, mediante cita, el deseo de verse y hablar, sucumben a la pantalla de la que emerge un aviso que te invita a aislarte del que tienes al lado, para comunicarte con el que remotamente te habla. Me aislo, para estas acompañado en la distancia, renunciando a mi compañía presente. Toda una verdadera contradición.
Las Pantallas de nuestra vida, la que , por mediación de ellas, nos ha entrado casi todo, información y formación. Hoy estas pantallas son generadoras de comunicación remota y de aislamiento inmediato..¿Quién lo entiende?

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